Gaspar

Él es mi hermano, es humano también; trabajó tanto quizás, que ahora de la almohada no se ha de despegar, se alejó de la gente, por lo que está con todos siempre... Está feliz de tener una cola, por lo que la mueve en todas horas, nunca le preocupó su salud, por eso ahora corre como jugando al luche, se ahorra una patita, se ahorra un paso para después, también cuando le pasa algo, por minusculo que sea, chilla y exagera, porque tiene a alguien que se preocupa por él; él sabe que los humanos solo sabemos hacer mal, por eso él en perro a nadie molestará. Pero es humano, te lo digo, es mi hermano y duerme conmigo, cuando sale nuestra madre, la espera toda la tarde, es un niño, es un infante, con cuatro patas, y larga columna, costillas de arcordeón y mirada de varón, está siempre atento (si no está durmiendo), siempre quiere ayudar, aunque muy poco se le puede enseñar, él se cree un niño, y peor, uno vivo, y a pesar de que es contento, solo sabe hacerse el muerto...

Adiós

Para Karina Zu.
Es tarde. Su nombre se te quedó enredado en la garganta, y cuando nos regalas tus canciones parece que todo el mundo tiene el calor de su boca. Es tarde y tengo sueño, pero no sueños. Cuando caminas parece que tu mano abraza una cintura, pero estás solo. No te culpo. La vida es un chiste muy divertido. El problema es que nadie lo entiende. Cuando miras las estrellas, ¿no te da risa? Una cosa tan simple como una explosión que libera chispas. Y tú preocupada de estas pequeñeces. Si no existieras ni siquiera tú te darías cuenta de que no existes. Es tarde, anda a acostarte. Cuando te dijo adiós el cielo se llenó de nubes vacías. Y las flores abrieron bajo tierra. Y la luna sonrió. Ni siquiera tú lloraste. Si nunca le creíste que te amaba, ¿cómo ibas a creerle que no volvería? Lo he visto cantando por las calles. La gente me mira gritándome culpable. A veces voy apoyada en un hombro, pero estoy sola. Hay al menos una cosa triste: que dos personas hablen y no se comprendan. O que comprendiéndose decidan no hablarse. No te culpo. Somos chispas que se confunden entre tanta porquería. 



Gracias por el momento perfecto :)

Es como si toda la imaginación que usaría en mi vida, haya sido atrapada y enjaulada, dejándola salir solo en mi niñez, es como cuando me doy cuenta de que cuando era chica comía mas que todos, comía y comía tanto, que pareciera que comí todo lo que no comí después (mal ejemplo) pero la cosa es que estoy bloqueada cuando mas quiero escribir, porque por lo que recuerde, hace muchos siglos que no escribo debido a un pequeño trauma social (un refresco a la memoria: leí por ahi que escribía parecido a alguien y me sentí plagio, lo que no es muy bonito)

Y lo más miserable de todo es que me doy cuenta de que tengo vida, buenos amigos, muchas distracciones y no me siento sola/patética/cuática (sí, es miserable cuándo recuerdo que en la época en que más escribía me sentía de cualquier forma menos como me siento ahora)

También cuando era chica y no podía escribir ni pensaba en reprochármelo, ahora, como lo adivinaron, me lo reprocho, y mientras mas me lo reprocho, menos se me ocurren cosas, mientras menos se me ocurren cosas mas me lo reprocho y mientras mas me lo reprocho… ya saben que sigue…

Cuando era chica era bacan, escribía cuentos y salían agraciados (de que tenían gracia), eran simples y no me enredaba tanto con ideas, podía escribir desde una clase de matemáticas hasta de una cebolla y no me importaba, ahora no, ahora me preocupo de cosas superficiales, ahora me río y tiro tallas, ahora me da lo mismo gritar y sacarme un 1,1 por no hacer un trabajo, ahora prefiero ver tele y hablar por teléfono a que soñar, ya no sueño, ya no creo en un príncipe azul, tampoco en Romeo y Julieta, no creo en hadas, no creo nada, ahora veo la teleserie y me preocupo de mi maquillaje, ahora soy toda una teenager poco rebelde sin causa… aunque en el fondo sigo contestándole mal a mi mamá cuando me enojo y mordiendo las sabanas antes de dormir, sigo siendo la misma, solo que con menos brillo... y mucha mas mi3rda en la cabeza, por eso empezaré por rescatar un par de escritos del pasado que tienen su gracia, y asi en una de esas me inspiro y recobro mi "casi talento", espero encontrar lo que busco y acordarme de que busco algo, y ¿que es lo que busco?, aah, si... inspiracion. TA TA

Todo escrito en este blog representa el pensamiento del autor y no es necesariamente una verdad absoluta

Según mi experiencia extrañar a alguien es una de las cosas más molestas e inevitables que pasan en la vida, admitamoslo, mas de alguna vez tenemos esas ganas de saber de alguien, de mirar a esa persona a los ojos y compartir algo por un momento, y es normal, o eso creo...
 Hay veces en que cuando extrañas a alguien sin darte cuenta ya empiezas a imaginarte un nolstálgico y feliz reencuentro, e, incluso, hay quienes practican para ese reencuentro.
Creo que podría decir que las relaciones humanas pueden ser bastante peligrosas, por un lado está el desagrado, está bien, muchas veces hay gente que no nos gusta, que nos mira feo o pasa a llevar, pero el verdadero peligro está en la otra gente, querer a las personas puede ser doloroso, molesto incluso, ya que es algo que no puedes decidir, es algo que se da, al igual que extrañarlas; yo no decidí extrañarte, ni siquiera decidí conocerte, los mecanismos ocultos de los sentimientos no se enseñan en las escuelas, y no entiendo como hacerlo, no entiendo que me pasa, y es extraño; el tiempo pasa cada vez más lento y la misma idea se me pasa una y otra vez por la cabeza, solo quiero saber que sigue existiendo, solo quiero calmar esto...

No tiene sentido, pero así es; siento una sensación extraña en el pecho, y se me vienen momentos a la mente, unos buenos, otros no tanto, pero en el fondo es un pedacito de esa persona, un pedacito de la vida de esa persona que compartió contigo, un pedacito especial, y ese pedacito basta para sentir un tipo de felicidad, pero incompleta.

 ¿Acaso será eso extrañar a alguien? ... si es así, es inútil, es inútil extrañar a alguien si sabes que no volverá, pero si tienes, aunque sea un poquito de esperanza, opino que es mejor pasar por esa etapa, porque cuando llegue el día de el reencuentro habrá valido la pena todo el sufrimiento, a cambio de un pequeño gesto, de un "yo tambien te extrañé", o un "no te recuerdo", saber que se siente tambien puede ser una gran aventura...