
Rodrigo vió por primera vez a Samanta.
y Karina estaba en una eterna caminata,
cuando la luna en el cielo que los observó, sonrió.
Se la devolví con gratitud y le dije lo linda que se veía al sonreír.
Después de todo, todas nos alegramos cuando alguien alaba nuestra sonrisa.
Incluso la luna.